La experiencia piloto se lleva a cabo en la Granja Escuela Gure Sustraiak del Valle de Ollo
La Consejera de Derechos Sociales, Mari Carmen Maeztu, e Itziar Gómez, de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, han visitado esta mañana la Granja escuela Gure Sustraiak para conocer “in situ” la metodología de Baños de Bosque que se implementará en un innovador proyecto piloto que está desarrollando Gure Sustraiak en el Valle de Ollo, denominado BiBos 6.0, Bienestar y Bosques.
Por parte del Departamento de Derechos Sociales, ha acudido también Inés Francés y Olga Sala, de la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las Personas, mientras que del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente ha participado el director del Servicio Forestal y Cinegético, Fermin Olabe. El concepto baños de bosque proviene del término japonés shinrin-yoku, que define el acto de sumergirse en el bosque con los cinco sentidos.
Según han explicado sus promotores “el poder restaurador del contacto con la naturaleza ha sido percibido desde tiempo inmemorial, pero no es hasta la década de los 80 que comienzan en Japón los primeros estudios científicos acerca de los beneficios concretos de esta práctica´”.
El proyecto se está desarrollando entre 2020 y 2022 en el Valle de Ollo, con cuatro grupos de personas con discapacidad intelectual residentes en los pisos funcionales y asistentes al centro ocupacional de Gure Sustraiak, y dos grupos de técnicos-educadores de dicha entidad y del colegio Isterria.
En total participarán 46 personas en cada una de las 11 sesiones de baños de bosque que se desarrollarán a lo largo de un periodo de 3 meses.
El consorcio BiBos 6.0 está formado por FORESNA, BASARTEA, GURE SUSTRAIAK y UNIVERSIDAD DE NAVARRA, un equipo multidisciplinar que tiene como objetivo evaluar la efectividad y aplicabilidad de los baños de bosque en base a los datos obtenidos, lo que facilitará poder replicarlo después a otras zonas de Navarra y con otros grupos de destinatarios.
Esta iniciativa comenzó en paralelo a la pandemia del covid-19 y, según manifiestan sus impulsores:
“está demostrando que el contacto con la naturaleza, de una manera consciente y responsable, mejora del estado de bienestar, mejora el sistema inmune, disminuye el estrés y en definitiva nos hace más resilientes”.
Por otra parte, esta actividad da nuevos usos a los terrenos forestales de la Comunidad Foral y complementa otras actuaciones que ya se vienen realizando. “Permite disfrutar de nuestro acervo natural de otra manera”.
El Gobierno de Navarra participa con la financiación de 20.000 euros del proyecto, mientras que 51.000 son aportados por el programa para el desarrollo de proyectos de Innovación Social de la Obra Social la Caixa y Fundación Caja Navarra, y 30.000 a través de fondos propios de las entidades que componen el consorcio BiBos 6.0.